La inversión en drones crece exponencialmente y su uso en el sector militar ha alcanzado múltiples campos como el minero, industrial o agrícola llegando también a la construcción. La inversión de drones en la construcción es relevante en todas las fases de su ciclo de vida, impulsándola hasta el día a día de la innovación tecnológica y la reducción de riesgos, tiempo y costes.
Los vehículos aéreos no tripulados, más conocidos como drones, suponen una ventaja debido a su autonomía, a la adaptación de diferentes equipos adicionales en su estructura, y a su aplicación en tareas complejas que reemplazan a la tripulación humana.
En la actualidad, las empresas de drones han recibido inversiones por más de 5 billones, extendiéndose su uso hasta múltiples sectores como el Minero, Industrial, Petróleo & Gas, Defensa o Agrícola entre otros. El crecimiento del mercado de esta tecnología que trabaja en las alturas, pretende crecer exponencialmente triplicando sus cifras antes de 2025.
Estos dispositivos no tripulados han sufrido grandes avances en la construcción, ¿conoces cómo se desarrolla esta tecnología en la industria de la construcción?
En el ecosistema de la construcción, existen diversas aplicaciones, entre ellas destaca su uso para la prospección de territorios y la creación de contenido visual para las inspecciones y garantías de seguridad. Estas funciones permiten a la industria evolucionar a pasos agigantados desarrollando aplicaciones en todas las fases del ciclo de vida de la construcción de un proyecto:
- Planeación y Diseño: En el paso más embrionario de una construcción, los drones facilitan esta labor mediante la prospección y el estudio topográfico. Esta tarea se ve mejorada mediante la recreación de mapas 3D, vistas aéreas o la supervisión del suelo. Se desarrollan así estimaciones mucho más precisas.
- Construcción y logística: Esta fase en el ciclo de vida de una construcción es la más beneficiada por esta nueva tecnología no tripulada. Monitorizar el progreso con la obtención de datos en tiempo real, la prevención de errores o el cálculo de volúmenes están entre sus capacidades operacionales más relevantes. Estos nuevos dispositivos voladores permiten la supervisión del sitio, las inspecciones de estructuras y el acceso a zonas peligrosas.
- Actividades comerciales: Este ciclo ha optimizado sus servicios en los últimos años, facilitando las labores de promoción mediante la generación de contenido audiovisual y la visión de procesos en tiempo real.
- Operaciones y mantenimiento: Una vez construido, estas funciones han sido mejoradas por la facilidad en la supervisión de la construcción y las periódicas inspecciones. La detección de riesgos y el seguimiento sobre la vida útil de la construcción ha ayudado a llevar a cabo numerosas campañas de seguridad. Finalmente, uno de las ventajas externas en esta fase es la provisión de información a las compañías aseguradoras.
- Demolición: La visión aérea permite grandes avances en la última fase de vida de una construcción. Mediante la captación de imágenes y la recreación de modelos para predecir la caída, han sido notables los cambios al crear ambientes laborales más seguros.
Estos vehículos no tripulados permiten portar dispositivos, como sensores o cámaras, desarrollando una simbiosis con otras tecnologías que acercan la realidad de la construcción a numerosos beneficios en reducción de riesgos, tiempo y costes.
En otros sectores, estos dispositivos han sufrido grandes avances y mejoras. Desde CEMEX Ventures, se sigue explorando y apoyando las aplicaciones a lo largo del ecosistema de la construcción, impulsando esta industria hasta el día a día de la innovación tecnológica. Muy de cerca con la comunidad de emprendedores y universitaria, este Capital de Riesgo Corporativo busca aportar soluciones a los problemas localizados en la construcción.